Cosas qué ver en Jelling: Piedras Rúnicas, Iglesia y Túmulos Funerarios Vikingos.

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Jelling es una pequeña localidad danesa cercana a la ciudad de Vejle que cuenta con una población que apenas supera los mil habitantes, pero su importancia histórica trasciende su tamaño. Este modesto pueblo, rodeado de campos verdes y paisajes rurales, es reconocido a nivel mundial por su vínculo directo con la era vikinga y la formación del reino de Dinamarca.

La historia de Jelling está profundamente arraigada en la transformación cultural y religiosa que moldeó no solo la identidad de Dinamarca, sino también la de toda Escandinavia. Durante el siglo X, Jelling fue un centro de poder bajo el reinado de Gorm el Viejo y su hijo, Harald Blåtand, quienes jugaron un papel crucial en la transición de Dinamarca de un conglomerado de clanes paganos a un reino cristiano unificado.

Las dos piedras rúnicas de Jelling. A la izquierda de la imagen la piedra de Gorm el Viejo y a la derecha la piedra de su hijo Harald Bluetooth
Las dos piedras rúnicas de Jelling. A la izquierda de la imagen la piedra de Gorm el Viejo y a la derecha la piedra de su hijo Harald Bluetooth

Las Piedras de Jelling, junto con los montículos y la iglesia que forman el complejo monumental en la localidad de Jelling no solo son importantes reliquias arqueológicas, sino que también son fundamentales para comprender el proceso de formación de la nación danesa. Erigidas en el siglo X, estas piedras marcan el inicio de una nueva era, donde el cristianismo comienza a reemplazar las creencias paganas, y un reino dividido comienza a unificarse bajo un solo gobernante.

El Legado de Gorm el Viejo y la Primera Piedra de Jelling

Gorm el Viejo, conocido por ser el último rey pagano de Dinamarca, es el responsable de la erección de la primera piedra de Jelling. Esta piedra, que es más pequeña en comparación con la que posteriormente colocó su hijo, Harald Blåtand (Harald Bluetooth), lleva una inscripción dedicada a su esposa, Thyra. En la inscripción, Gorm menciona a Thyra como la «ornamentación de Dinamarca», una expresión que no solo muestra el cariño que le tenía a su esposa, sino también el orgullo y la importancia que Gorm sentía por su reino. Este epíteto, aunque parece sencillo, es fundamental para entender cómo Gorm veía su rol como rey y su lugar en la historia. Al referirse a sí mismo como «el más danés de los daneses», Gorm está haciendo una declaración de identidad, un reconocimiento de su conexión profunda con la tierra y la gente que gobernaba.

Sin embargo, en esta época, Dinamarca no era el reino unificado que conocemos hoy. Era una serie de territorios fragmentados, gobernados por señores locales y clanes, lo que hace que la inscripción en la piedra de Gorm sea aún más notable, ya que prefigura el proceso de unificación que seguiría su hijo.

Harald Blåtand y la Segunda Piedra de Jelling

El hijo de Gorm, Harald Blåtand, también conocido como Harald Bluetooth, es una figura central en la historia de Dinamarca, y su legado se refleja de manera en la segunda y más grande de las Piedras de Jelling.

Harald no solo se encargó de continuar el legado de su padre, sino que llevó a Dinamarca hacia un cambio radical: la adopción del cristianismo como religión oficial y la unificación del reino bajo su mandato. La segunda piedra, erigida en memoria de sus padres, es conocida a menudo como el «certificado de bautismo» de Dinamarca. La inscripción en esta piedra es mucho más detallada que en la primera, y describe cómo Harald «conquistó toda Dinamarca y Noruega y convirtió a los daneses al cristianismo». Este momento es crucial porque marca el inicio de Dinamarca como un reino cristiano, lo que tuvo implicaciones profundas y duraderas en la cultura, la política y la sociedad danesa. Además, la representación de Cristo en la piedra es significativa, ya que es una de las primeras imágenes de Jesús en Escandinavia.

Estas piedras originalmente estaban decoradas por colores vivos como el azul, el rojo y el dorado pero con el tiempo ha hecho que se pierdan los pigmentos que decoraban las piedras.

Imagen de Cristo en piedra rúnica de Jelling
Imagen de Cristo en piedra rúnica de Jelling

Los Montículos Funerarios de Jelling

Los montículos de Jelling, situados junto a las piedras rúnicas, son otra parte esencial del conjunto monumental. Estos montículos, conocidos como el Montículo Norte y el Montículo Sur, son enormes túmulos funerarios que se alzan sobre el paisaje, dominando la vista en Jelling y representan los monumentos funerarios más grandes de Dinamarca. En el Montículo Norte fue enterrado Gorm el Viejo, aunque se dice que los restos de Gorm fueron trasladados posteriormente a la iglesia de Jelling por su hijo Harald.

Los montículos no solo son impresionantes por su tamaño, sino también por lo que representan: el poder y la autoridad de la realeza vikinga. Estos monumentos reflejan la importancia de la muerte y el más allá en la cultura vikinga. La ubicación de estos montículos en relación con las piedras y la iglesia también sugiere un intento deliberado de Harald por fusionar las creencias paganas con la nueva fe cristiana, creando un paisaje sagrado que serviría tanto para honrar a los antepasados como para reafirmar la autoridad del nuevo reino cristiano.

Iglesia de Jelling

Iglesia de Jelling, la primera iglesia cristiana de Dinamarca. Actualmente restaurada pero en sus orígenes era de madera.
Iglesia de Jelling, la primera iglesia cristiana de Dinamarca. Actualmente restaurada pero en sus orígenes era de madera.

La iglesia de Jelling, situada entre los dos montículos y cerca de las piedras rúnicas, es otro elemento clave en la comprensión de este sitio. 

La iglesia actual, construida en estilo románico alrededor del año 1100, reemplaza una iglesia de madera anterior que, según se cree, fue construida por Harald Bluetooth. Esta iglesia de madera fue la primera iglesia cristiana en Dinamarca, lo que subraya la importancia de Jelling como un centro de la nueva fe cristiana en el reino. La ubicación de la iglesia en el corazón del complejo monumental sugiere que Harald tenía la intención de que Jelling fuera no solo un centro político, sino también un centro religioso. 

En las últimas décadas se ha llevado una ardua labor de reconstrucción de la iglesia y de los frescos de su interior.

Jelling como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO

La inclusión de Jelling en la lista de la UNESCO en 1994 ha atraído la atención de académicos y de miles de turistas de todo el mundo, convirtiendo a Jelling en un punto focal para aquellos interesados en la historia vikinga. Este reconocimiento ha ayudado a preservar el sitio y a promover su estudio y comprensión a nivel internacional.  

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